Lo dejé en espera un tiempo, en busca de la ocasión ideal para leerlo.
Esta semana llegó su momento y se me ocurrió escribir un post sobre él, puesto que recoge un pedacito de sabiduría que merece la pena compartirlo con los demás.
Todos los seres humanos, a lo largo de nuestra vida, vamos en busca de la felicidad y cuando no la conseguimos, nos sentimos frustrados, tendemos a culpar a los demás, a nuestra familia, a nuestros amigos, a Dios, al destino, a la vida... Sin darnos cuenta de que la felicidad está dentro de nosotros mismos. Está en nuestra mano y en nuestra mente la posibilidad de alcanzarla, de alcanzar lo que soñamos.
Este libro parte de la filosofía de los toltecas, que eran conocidos hace miles de años en el sur de México como "mujeres y hombres de conocimiento". Eran científicos y artistas que construyeron una sociedad para estudiar y conservar el conocimiento espiritual y las prácticas de sus antepasados. Más tarde, se vieron obligados a ocultar su conocimiento y a mantener su existencia en secreto.
Pero, afortunadamente, este conocimiento sobrevivió al paso del tiempo, fue conservado a la espera de que llegase el momento de devolvérselo a la gente.
En la actualidad, hemos cometido el fallo de menospreciar y subestimar las culturas de nuestros antepasados más lejanos. La cultura de todas las grandes civilizaciones de la Antigüedad, su filosofía de vida, sus conocimientos científicos, su esoterismo... Sin embargo, ellos estaban mucho más cerca de la Verdad, de lo que nosotros, con nuestras grandes y avanzadas tecnologías, estaremos jamás.
Los seres humanos nacemos en estado de libertad. Cuando somos niños, tenemos la capacidad de soñar, de creer que todo es posible. Creemos en los cuentos de hadas, en la magia, en lo increíble... Soñamos la mayor parte del tiempo que podemos ser cualquier cosa. Mediante los juegos construimos nuestra propia realidad. Somos libres. Es por ello que somos felices. No sentimos miedo. No sentimos miedo de relacionarnos con nuestros semejantes. No sentimos miedo de dar un abrazo, un beso... De decir te quiero. No sentimos miedo de pedir ayuda cuando la necesitamos. No tenemos miedo a decir: "Quiero esto y lo quiero ahora". Podemos ser cualquier cosa que queramos ser, sin importar lo que piensen los demás sobre nosotros.
Pero...Empezamos a salir de ese estado de libertad para chocarnos con la sociedad. De repente, la familia, los amigos, el mundo...empiezan a exigirnos cosas. Empiezan a decirnos lo que está bien y lo que está mal. Lo que es correcto que seas y lo que no. Creas tu propio Libro de la Ley. Empiezan a esperar cosas de ti y tú empiezas a cambiar, a adaptarte al medio por miedo a defraudar, a no ser aceptado. Comienza nuestro proceso de domesticación.
Cuando incumplimos ese Libro de la Ley es donde comienza el miedo. El miedo a fallar. El miedo a mostrarte tal como eres a los demás. El miedo a no ser aceptado. El miedo a amar, por el riesgo de no ser correspondido. El miedo a sufrir.
El miedo.

Ahora es cuando empezamos a crear nuestros acuerdos. Unos acuerdos personales que nos acompañarán durante toda la vida. Una vocecilla que, desde nuestra mente, nos dirigirá y no nos permitirá ir más allá de aquello para lo que hemos sido domesticados.
Los Cuatro Acuerdos tratan de romper tu sistema anterior de acuerdos, ése que gobierna tu vida y que no te permite ser tú mismo. Ser libre. Ser feliz.
***************
EL PRIMER ACUERDO. "SÉ IMPECABLE CON TUS PALABRAS"
Los Cuatro Acuerdos tratan de romper tu sistema anterior de acuerdos, ése que gobierna tu vida y que no te permite ser tú mismo. Ser libre. Ser feliz.
***************
EL PRIMER ACUERDO. "SÉ IMPECABLE CON TUS PALABRAS"

- Las palabras, nuestras palabras tienen una fuerza que ni nosotros mismos imaginamos. Una palabra tiene la magia de llevarte al Infierno o llevarte al Cielo.
Una palabra puede perseguirte toda tu vida. Una palabra puede ser tan atroz como un virus. Puede intoxicar nuestra mente y hacernos creer cosas que, en realidad, no son así.
En las relaciones entre las personas, a diario, nos lanzamos hechizos los unos a los otros. Creamos chismes sobre los demás, envenenamos las mentes de otros, sólo para intentar probar que nosotros somos los que llevamos la razón.
La mayoría de las veces empleamos nuestras palabras para soltar todo nuestro veneno personal: la ira, la rabia, los celos...
A partir de este momento, sé impecable con tus palabras. Primero tienes que empezar por ti mismo. En vez de decirte todo el rato "lo feo", "gordo", "tonto" o "estúpido" que eres... Dite a ti mismo lo maravilloso que eres, lo auténtico, lo original. No hay dos como tú en este mundo. Eres único e irrepetible.
Empieza siendo impecable contigo mismo, para serlo después con los demás.
Si somos conscientes de que con una palabra nuestra podemos destruir o hacer feliz a otra persona... Cambiaremos todo lo que está a nuestro alrededor. Esto nos llevará a la libertad, a la abundancia, a la felicidad.
EL SEGUNDO ACUERDO. "NO TE TOMES NADA PERSONALMENTE"
- Suceda lo que suceda a tu alrededor. NO te lo tomes personalmente. Si alguien habla mal de ti, o te insulta, te lo tomas personalmente porque estás de acuerdo con cualquier cosa que se diga.
El ser humano tiende a creer que todo lo que sucede en el mundo tiene relación con él. Que todo lo que hacen los demás tiene que ver con él. Esto es una gran mentira. Ya que cada persona tiene su sueño, cada persona crea la película de su vida en su cabeza, donde él es el protagonista y los demás los personajes secundarios.
Cuando una persona intenta descargar sobre nosotros su basura emocional, no la recojas. Es suya, no tuya.
Cuando alguien hace esto el problema es suyo, no tuyo. Cuando alguien te dice, esperaba esto de ti, y no lo has cumplido. Cuando alguien se enfada contigo, el problema es suyo, no tuyo. Es decir, tú eres la excusa para liberar esa basura personal. Y esto es a consecuencia del miedo. Si no tuviésemos miedo de perder, de sufrir, de añorar... No nos enfadaríamos con nadie.
Si vives sin miedo, si amas, no hay lugar para ninguna de esas emociones. Y te sientes bien. Y cuando te sientes bien, de repente, todo lo que está a tu alrededor te parece bien. Te sientes feliz.
No te tomes nada personalmente. Incluso cuando te digan "Eres maravilloso", "Eres genial". No es necesario que otras personas te lo digan para creerlo.
No te tomes nada personalmente, porque si lo haces, te expones a sufrir por nada. Vayas a donde vayas habrá gente que te mentirá, puesto que ellos también se mienten a sí mismos. Tienes que confiar en ti y decidir si crees o no lo que alguien te dice.
No necesitas depositar tu confianza en los demás para aceptarte a ti mismo. Cree en ti. Confía en ti. Así podrás ir por el mundo con el corazón abierto, dispuesto a amar cada instante y a demostrarlo sin miedo.
EL TERCER ACUERDO. "NO HAGAS SUPOSICIONES"
- Las personas tendemos a hacer suposiciones sobre todo y, lo que es peor, nos las creemos. El problema está en que, en la mayoría de las ocasiones, estamos equivocados.
El proceso es el siguiente: hacemos una suposición, comprendemos las cosas mal, nos lo tomamos todo personalmente, y acabamos sufriendo y haciendo un drama de nada.
Entonces empezamos a aumentar nuestra basura emocional, vamos envenenando nuestra mente con posibles sucesos o hechos que, realmente, no son así.
Cuando estamos mal, cuando necesitamos del otro, no podemos suponer que la otra persona sabrá exactamente lo que ocurre y la palabra adecuada que decir en el momento oportuno. Si la otra persona no responde de la manera que esperábamos de ella, nos frustramos, nos decepcionamos y pensamos que debería haberlo sabido.
Necesitamos justificarlo y explicarlo todo para sentirnos a salvo, seguros. Así funciona la mente humana. Cuando no lo logramos, hacemos suposiciones. Esto es porque tenemos miedo. Miedo a preguntar lo que en verdad nos ronda por dentro.
¿Por qué nos empeñamos en justificar el amor? El amor no se justifica. Se ama o no se ama. Sin más. Quieres a una persona porque sí. Tu amor no cambiará a nadie. Una persona cambia, simplemente, porque quiere cambiar. Busca a alguien a quien querer por cómo es, sin necesidad de cambiarlo. De igual modo, busca a alguien que te quiera por cómo eres y que no sienta la necesidad de cambiarte.
En el momento en el que dejes de hacer suposiciones sobre los demás, sobre las personas que te rodean, sea cual sea el tipo de relación que tienes con ellas, tu comunicación se abrirá, cambiará. La manera de evitar las suposiciones es preguntar. Pregunta hasta que no te quede ninguna duda. No es fácil. Pero es la única manera de conseguir unas relaciones sanas con las personas a las que queremos.
"Cuando transformas todo tu sueño, la magia aparece en tu vida. Lo que necesitas te llega con gran facilidad porque el espíritu se mueve libremente en ti. Ésta es la maestría del intento, del espíritu, del amor, de la gratitud y de la vida. Éste es el camino hacia la libertad personal".

EL CUARTO ACUERDO. "HAZ SIEMPRE TU MÁXIMO ESFUERZO"
- Este acuerdo es el que permite que los otros tres queden bien arraigados en ti. Se refiere a la realización de los tres primeros.
Si haces tu máximo esfuerzo vivirás con intensidad. Te convertirás en una persona productiva y serás mejor persona contigo mismo, puesto que sabes que has hecho todo lo que podías, te has esforzado al máximo, has dado todo lo mejor de ti.
Habrá veces en la vida en las que no consigamos nuestros objetivos, o lo que nos proponíamos. Pero si sabemos que hicimos todo lo posible, que lo dimos todo por ello, no nos sentiremos culpables. No encontraremos esa vocecilla interior que nos dirá lo malos que somos en algo, lo inútiles, que tendríamos que habernos esforzado más.
No lo habremos conseguido, pero estaremos en paz con nosotros mismos.
Ponle pasión a lo que haces. No hagas las cosas porque sí o por obligación. Piensa en el fondo de porqué las haces. Haz lo que te gusta, disfruta de cada esfuerzo que realices por ello. No pienses en la recompensa, simplemente entrégate a todo.
La acción consiste en vivir con plenitud. La inacción es nuestra forma de decirnos a nosotros mismos que tenemos miedo, miedo de luchar por lo que queremos. Hay veces que tenemos que dejar de lado lo que estamos acostumbrados y enfrascarnos en una aventura hacia lo desconocido. Porque así es como se logran las mejores cosas en la vida.
Y haz todo esto por ti, no tienes que complacer a nadie más. No tienes que mostrarle nada a ese Juez interno que todos tenemos. Hazlo simplemente por ti. Realiza tu máximo esfuerzo por ti, para contigo mismo.

"No necesitamos saber ni probar nada. Ser, arriesgarnos a vivir y disfrutar de nuestra vida, es lo único que importa. Di que no cuando quieras decir que no, y di que sí cuando quieras decir que sí. Tienes derecho a ser tú mismo. Y sólo puedes serlo cuando haces tu máximo esfuerzo. Cuando no lo haces, te niegas el derecho a ser tú mismo. No necesitas muchos conocimientos, ni grandes conceptos filosóficos. No necesitas que los demás te acepten. Expresa tu propia divinidad mediante tu vida y el amor por ti mismo y por los demás".


"Es fácil vivir con los ojos cerrados, interpretando mal todo lo que se ve."
John Lennon.
No hay comentarios:
Publicar un comentario